La potente hortaliza originada hace más de 10.000 años que protege al sistema cardiovascular

Hay una fruta que protege al sistema cardiovascular y cuenta con otros beneficios para la salud, la cual data su origen de hace siglos. Además, es fácil de usar en la cocina. ¿De cuál se trata?

La calabaza es una hortaliza nutritiva y digestiva, con beneficios para el organismo. Es pariente botánica del melón, calabacín, sandía y pepino. Su origen se remonta hace más de 10.000 siglos en la zona entre Guatemala y México, donde se consumía con poca pulpa y sabor amargo. Unos agricultores seleccionaron las semillas para lograr una hortaliza más dulce y aromática. Llegó hasta Europa en los barcos que regresaron de América.

Conocida en otros países como zapallo, proviene de una planta herbácea de la familia de las cucurbitáceas, de hojas grandes y ásperas, y flores de color amarillo intenso. La más utilizada en la cocina es la calabaza común, Cucurbita máxima. La forma del fruto es muy variada (esférica y achatada, ovalada y alargada), al igual que el color de su corteza (anaranjada, amarilla, verde, blanca, negra e incluso morada). Su pulpa es generalmente anaranjada o amarillenta, y está repleta de semillas en su parte central.

Dependiendo de la temporada del año, tiene dos presentaciones según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España:

• Calabaza de verano: de piel clara y fina y semillas blandas; con un periodo de conservación corto. Dentro de esta variedad se encuentran: la calabaza bonetera (de color blanco, verde o amarillo), la calabaza espagueti (de color amarillo) y la calabaza rondín (variedad de piel naranja y carne blanquecina).
• Calabaza de invierno: más dulce y seca, con menor con tenido de agua y piel más gruesa. Se conserva durante más tiempo que la de verano gracias al grosor de su piel. Dentro de este grupo se encuentran: la calabaza banana, la de cidra o zapallo (de pulpa gelatinosa e intenso color amarillo) y la confitera o de cabello de ángel (de forma y color variable), a partir de la cual se obtiene el cabello de ángel, utilizado como relleno en diversos productos de pastelería.

En la actualidad, los grandes productores mundiales de calabaza son China, India, Ucrania, Estados Unidos, Egipto y México. Existen multitud de variedades con diferentes tamaños y colores (la americana, la verde española, la de violín o cacahuete, la de cuello torcido, entre otras). La mayoría pesa entre 2 kg y 8 kg, aunque ha habido ejemplares que pesaron 600 kg.

Todas ellas comparten las mismas características, como una piel dura que alarga su conservación durante meses; una cavidad repleta de semillas nutritivas y una pulpa suave y dulce.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el consumo de calabaza para obtener nutrientes difíciles de encontrar en los alimentos de origen vegetal, debido a que sus frutos proporcionan vitaminas y minerales esenciales, sin aportar calorías.

Por un lado, este alimento se puede incluir en infinidad de recetas: desde sopas, cremas, purés, guarniciones, flanes, pasteles hasta confituras. Y se puede cocinar al horno, hervida, salteada, rehogada o gratinada.

La calabaza destaca por ser digestiva, poco calórica y tener beneficios para la salud, lo que la convierte en uno de los alimentos más saludables que se pueden incorporar a la dieta y rutina alimenticia. Estas son sus principales propiedades;

• Contiene una gran riqueza vitamínica, especialmente de betacaroteno, licopeno y vitaminas C y E, así como vitaminas del grupo B (B2 y B6 y ácido fólico).
• Entre sus minerales se encuentran el potasio, el fósforo, el magnesio, el hierro y el zinc.
• Refuerza las defensas y mantiene en buen estado el sistema inmunitario, previniendo gripes, resfriados, fatiga crónica o incluso la depresión.
• Es un potente antioxidante.

• Previene el cáncer de colon, vejiga, próstata, pulmón y útero.
• Protege al sistema cardiovascular, manteniendo un nivel adecuado de colesterol.
• Combate la gastritis, la úlcera gastroduodenal y el estreñimiento.
• Previene las cataratas, la fotofobia y la ceguera nocturna.
• Ayuda a relajar el sistema nervioso y a favorecer el sueño.
• También previene la cistitis, los cálculos renales, la retención de líquidos y la insuficiencia renal.

Dadas sus propiedades, es recomendada para las siguientes personas: mujeres en etapa de embarazo o lactancia, diabéticos, niños y niñas para que tengan cuidadas la piel, huesos y dientes. Además, fortalece el aprendizaje y, por consiguiente, el seguimiento escolar. También es recomendada para los hombres, debido a que sus semillas previenen la hiperplasia benigna de próstata y la infertilidad.