El mundo pide a gritos un aire más puro y tanto los gobiernos como las partes implicadas en la fabricación de vehículos han trabajado para ofrecer tecnologías menos contaminantes. El sector del transporte no ha sido ajeno y, desde 1980, la Unión Europea (UE) estableció las normativas Euro, cuya finalidad –en motores diésel y a gasolina– es limitar la emisión de gases contaminantes como el monóxido de carbono, el óxido de nitrógeno y el dióxido de carbono, entre otros. Hay que tener en cuenta que en la actualidad ningún motor, por avanzado que sea, obtiene una combustión ideal.
La norma Euro comenzó a operar en 1992 y ha ido evolucionando, siendo cada vez más exigente, hasta convertirse en un reto para las marcas que se han dado a la tarea de desarrollar tecnologías menos contaminantes y más amigables con el medio ambiente.
Esta normativa reúne una serie de exigencias para los vehículos nuevos y, en Colombia, se están aplicando las normativas Euro IV desde 2015, aunque ellas ya comienzan a evolucionar hacia permitir solo tecnologías con Euro V.
De hecho, el Gobierno Nacional puso en marcha la ley de 1972 que establece que, a partir del 1° de enero de 2023, el contenido de azufre en el ACPM debe estar entre 15 y 10 partes por millón (ppm), y desde el 1° de enero de 2025 estos niveles no podrán superar las 10 ppm. Para su verificación se debe utilizar el procedimiento para el Ciclo Mundial de Conducción Armonizada (WHTC, por sus siglas en inglés), el cual representa una certificación mundial que determina los topes de emisión de escape del motor.
De la misma manera, los ministerios de Ambiente y de Transporte deberán crear una reglamentación (en un término que no supere los dos años), para que todos los vehículos diésel tengan un dispositivo que garantice el Sistema de Autodiagnóstico a Bordo (OBD), el cual permita controlar si el automotor está sobrepasando, o no, los límites permitidos de emisiones de gases y partículas al aire.
La norma establece, además, que a partir del 1° de enero de 2035 todos los vehículos diésel deberán cumplir los estándares de tecnologías Euro VI y el Ministerio de Minas y Energía tendrá que garantizar la producción, importación, almacenamiento, adición y calidad en la distribución de combustibles necesarios para cumplir con los estándares de emisión definidos por la ley.