Nutrición
Alimentos que ayudan a reducir la grasa localizada: ¿verdad o mito?
Una creencia recurrente es que algunos alimentos son milagrosos y ayudan a combatir la grasa localizada en zonas como el abdomen o los brazos.
Tras el paso de la época decembrina y de las vacaciones, muchas personas buscan la manera más rápida de reducir los kilos de más y en especial la grasa localizada. En el mercado hay miles de planes de entrenamiento y artefactos que prometen ser efectivos, pero por lo general no funcionan. Otra de las creencias recurrentes es que algunos alimentos son milagrosos y ayudan a combatir la grasa localizada en zonas como el abdomen o los brazos. Se especula que los cítricos o el melón son algunos de ellos, ¿pero en realidad son funcionales?
Aunque una buena alimentación es fundamental para mantener un peso equilibrado, hasta el momento no existen evidencias concretas que asocien el consumo de un insumo en específico para acabar con la grasa localizada.
De hecho, según un artículo de Mejor con Salud del medio AS, varias investigaciones puntualizan que ni siquiera con el ejercicio físico se puede tener certeza de desaparecer los gorditos del abdomen, por ejemplo. Cabe destacar que el entrenamiento reduce la acumulación de grasa, aunque no hay evidencias que señalen que lo haga de forma localizada.
En gran medida, una persona tiende a incrementar o bajar la grasa en algunas partes del cuerpo por cuestiones genéticas, además del género y la edad. Los hombres tienden a acumular grasa en la zona abdominal, mientras que las mujeres lo hacen en piernas y caderas en su edad fértil.
Tendencias
Ahora bien, pese a que los alimentos no tienen un efecto mágico sobre la acumulación de grasa, sí hay algunos que, por sus propiedades nutricionales, pueden ayudar a minimizarla. La ingesta de los mismos debe ir siempre acompañada de una serie de hábitos saludables y rutinas de ejercicio constante.
Algunos de estos productos son los lácteos bajos en grasas como la leche descremada, el yogur y los quesos bajos en grasas; los cítricos como las naranjas, los pomelos y los limones, que a su vez tienen un alto contenido de vitamina C; y la nueces, que debido a su alto contenido en Omega 3 permiten reducir los niveles de hormonas del estrés como el cortisol, el cual contribuye al aumento de peso.
Además, alimentos como la avena pueden ser efectivos debido a sus altos niveles de fibras y proteínas, lo que favorece la disminución de los niveles de colesterol, y el salmón, un pescado que contiene proteínas que contribuyen a la formación del colesterol bueno o HDL.
Otro producto al que se le atribuyen propiedades adelgazantes es el té matcha, ya que estimula el metabolismo y ayuda a quemar grasas más rápido, gracias a que en las hojas de té verde se puede encontrar polifenoles y galato de epigalocatequina (EGCG, por sus siglas en inglés), una catequina más poderosa que las vitaminas E y C. Los polifenoles estimulan el uso de la grasa acumulada y contribuyen a desechar las toxinas a través del sudor, mientras que el EGCG evita la absorción de grasa en el organismo.