El 13 por ciento de los manglares de la Región Caribe están en el Golfo de Morrosquillo.
El 13 por ciento de los manglares de la Región Caribe están en el Golfo de Morrosquillo. | Foto: Cortesía Fundación Omacha

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Vida Manglar, un necesario programa de sostenibilidad ambiental

Creado por la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y del San Jorge, este proyecto busca brindarles sostenibilidad ambiental y financiera a estos ecosistemas que mantienen el equilibrio y preservan la vida en la Tierra.

29 de noviembre de 2020

Los manglares y los pastos marinos son ecosistemas de carbono azul que cumplen un papel muy importante en la conservación del planeta. Son muy valorados en todo el mundo por su gran potencial de captura de los gases de efecto invernadero, y contribuyen a la mitigación y a la adaptación de la Tierra al cambio climático.

La Región Caribe es rica en estas especies, el 13 por ciento de todos sus manglares se halla en el Golfo de Morrosquillo y cubren cerca de 9.000 hectáreas. Si todos los habitantes de la zona se comprometen a cuidarlos, aquí nunca faltarán la pesca, los productos maderables, ni el turismo.

Preservar estos ecosistemas es uno de los propósitos del proyecto Vida Manglar, que fue desarrollado por la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y del San Jorge (CVS), y apoyado por el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Ivemar), la Fundación Omacha, Conservación Internacional y las comunidades locales organizadas.

El programa busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), a través del manejo adecuado de los manglares, la promoción del desarrollo sostenible, el fortalecimiento de la gobernanza local y el impulso a las alternativas productivas locales. En principio se lleva cabo en el DRMI de Cispatá (8.571 hectáreas), para continuar en las áreas del DMI La Caimanera y el PNR Bocas de Guacamayas.

Si todo marcha de acuerdo con lo previsto, dentro de tres décadas se habrán reducido 939.145 tCO2 e de dióxido de carbono en la región. Solo entre 2015 y 2018, los primeros años de Vida Manglar, se ha logrado una disminución de 68,932 tCO2 e. Esta iniciativa, además, es pionera en la metodología de medición de carbono almacenado, pues incluye el hallado en los árboles y en el sedimento, donde se puede alojar durante cientos o incluso miles de años.

Al inicio de 2021, después de los buenos resultados obtenidos, estarán a la venta los bonos del proyecto, que han sido certificados con altos estándares de calidad de VCS (Verified Carbon Standard) y CCB (Climate, Community & Biodiversity), por Verra (Verified Carbon Standard). Vida Manglar ayudará a que el país cumpla con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y se integra con el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2020. Dentro de este último, se estableció que el ‘Pacto Caribe’ debía realizar seis nuevos proyectos de carbono azul a lo largo de la región. El programa también contribuye a la ejecución de las líneas estratégicas del Pacto Territorial por el Golfo de Morrosquillo 2020-2025.